Tenía el talle de un clavel
adornando su cintura.
Labios que no saben a miel.
Reflejado en el pelo
llevaba el fuego de su piel.
Labios sabor a Fortuna.
Escuecen pero no curan.
Cuéntame cómo pasó.
Por qué no te quitaron el polvo.
Con las ganas que tú tienes.
Con las que tengo desganadas.
Hay que ser julai
pa’no darse cuenta
Muchas veces hay que empujar
sin preguntar si entra
¡Ay! Ahí hay más de mí que de
ti.
Bebo tus lágrimas a besos.
Bebí a sorbos tus pecados.
Bebé, no me vengas con eso.
“Sabés” que no es exagerado.
Vives ¿sabes?
Este no es mi verano.
Adrián Gª Escudero.